Aumenta en más de dos millones el número de trabajadores europeos que se quedan sin siquiera una semana de vacaciones, según datos de la CES
Aumenta el número de trabajadores europeos sin vacaciones fuera de casa, según la CES. De hecho, la Confederación Europea de Sindicatos estima que, en 2022, 39,7 millones de trabajadores (15%) no podían permitirse siquiera una semana de vacaciones, ya sea en su propio país o en el extranjero, frente a 37,6 millones que había en 2021. Es decir, un aumento del 14 %.
El mayor aumento de la pobreza durante las vacaciones se produjo en Francia. Casi un millón más de personas trabajadoras se vieron obligadas a quedarse en casa en esta nación. Además, los mayores cambios en términos relativos se produjeron en Irlanda +3,8 %, seguido del país vecino, con +2,5 %. En lo que respecta a España, el aumento ha sido de 1,58 %. Es la undécima nación europea donde más ha crecido la pobreza vacacional. Esto nos sitúa por encima de la media de la Unión Europea, donde la subida ha sido de un +0,85 %.
Más de 5 millones de trabajadores españoles se quedan sin vacaciones
España muestra un dato bastante preocupante, y es el número total de trabajadores que no se pueden permitir una semana de vacaciones. Se sitúa por encima de los 5 millones; concretamente, en 5.307.754.
En 2021, la cifra de trabajadores en España que no podía permitirse una semana de vacaciones era de 4.839.527. Esto significa un aumento del 17,8 %. Además de estar más de tres puntos por encima de la media de la UE, que se sitúa en el 14,6 %.
Por otra parte, Alemania e Italia son dos países que nos superan en cuanto al número total de trabajadores sin vacaciones, con 5.371.016 y 6.074.387 respectivamente. Sin embargo, la población en ambos es muy superior a la española. En porcentajes, hay países que tienen índices altísimos de pobreza vacacional, como son Rumania (36 %), Chipre (25 % ) o Grecia (25 %).
Las cifras de 2023 serán peores
Según la previsión de la CES, las cifras para 2023 podrían ser incluso peores, tras un aumento récord en el coste de las vacaciones. Además, a esto habría que sumarle la caída de los salarios reales en toda la UE, debido a la fuerte inflación.
Para que los datos mejoren, es importante que los trabajadores se beneficien de la negociación colectiva. Con ella, se consiguen salarios más justos y, además, los trabajadores también disfrutan de hasta dos semanas más de vacaciones cada año, según los países. Es preocupante ver cómo al menos 3 millones de personas han perdido este derecho desde el año 2000, fruto de unas políticas de austeridad que han llevado a esta situación.
Desde entonces, los líderes de la UE han adoptado la directiva sobre salario mínimo. Esta exige que se promueva la negociación colectiva y garanticen que, al menos, el 80 % de los trabajadores estén cubiertos por convenios colectivos. Sin embargo, un nuevo informe de Eurofound afirma que “solo se detectaron acciones concretas para promover la cobertura de la negociación colectiva en algunos de los países”. Por eso, la CES ha advertido a los Estados miembros que la fecha límite para incorporar la directiva a la legislación nacional es el 15 de noviembre de 2024.
Las vacaciones no son un lujo
La secretaria general de la CES, Esther Lynch, dijo al respecto de las vacaciones: “Después de trabajar duro todo el año, los trabajadores deberían poder permitirse unas vacaciones. No es un lujo pasar tiempo libre con la familia. Es clave para proteger la salud física y mental, además de brindar experiencias valiosas para los niños”.
A lo que añadió su preocupación: “Estas cifras muestran cómo el progreso social se está revirtiendo, resultado de una mayor desigualdad económica”.
Además, Esther Lynch hizo hincapié en las grandes desigualdades existentes entre unas clases y otras: “Mientras los ricos directores ejecutivos que causaron la inflación impulsada por las ganancias tomaban el sol en complejos turísticos de lujo, una sola semana de vacaciones estaba fuera del alcance de cuarenta millones de personas trabajadoras, que luchaban por tener un plato encima de la mesa”.
También lamentó el paso atrás que estamos dando: “El crecimiento del número de familias de clase trabajadora que podían permitirse unas vacaciones fue uno de los grandes avances sociales de Europa en el siglo XX. Mejoró la salud y el bienestar de millones de personas y contribuyó a crear una sensación de progreso y optimismo”.
Este retroceso, considera, está afectando a nivel psicológico a la población: “No sorprende ver un aumento de la ira en nuestras sociedades en este contexto. Demasiadas personas ya no ven los beneficios de la poderosa economía europea en su vida cotidiana”.
Urgen los convenios colectivos
Por todo ello, la secretaria general del CES cree que se necesita un cambio: “Necesitamos urgentemente aumentar los niveles de trabajadores cubiertos por convenios colectivos. Es la mejor manera de garantizar que reciban una parte justa de la riqueza que crean. De esta forma, podrán disfrutar de algo tan básico como una semana de vacaciones en lugar de simplemente mantenerse vivos”.
Una máxima, la defensa de la negociación colectiva, por la que USO luchará a nivel español, pues solo entendemos la mejora de los derechos laborales y las conquistas sociales gracias a una acción sindical y colectiva en constante progreso.
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